18 de noviembre de 2010

Coge un puñado de aire y tíralo

Hay días que merecen ser eliminados del calendarios. Días en los que sientes que las situaciones que se te plantean a corto o largo plazos son como un gran gran gran jersey de lana gorda. Una talla especial, 100XL, diseñado por algún bastardo. Intentas sacar la cabeza por el orificio pero te resulta imposible. Para ello recurres a tus manos. Dos. Para que estas descubran la luz también deben atravesar dos largas mangas. Mangas gruesas, cálidas, pero inviolables. Todo está oscuro. Para ti es muy confuso el negro que te rodea. Tan pronto como crees que debes abandonar y habitar de por vida dentro de esa gran prenda descubres que el dedo índice de tu mano izquierda a conseguido sobrevivir y dar una bocanada de aire. Le envidias. Él no es el mejor de las diez extensiones de tus manos. No es el más alto, ni el más estilizado, sin embargo, el más hábil. El indicador. Un dedo napoleónico. A partir de este le siguen las dos extremidades. El espacio dentro de aquella maraña te parece aún más angosto. En breves minutos lo tienes: estás fuera. Un rayo te ciega. Coges una bocanada de aire. Respiras. Miras el mundo impaciente por comprobar que todo tú alrededor ha cambiado, pero las circunstancias siguen siendo las mismas. Cierras los párpados con fuerza. Al abrirlos descubres algo importante: nada. Cada pequeño detalle sigue en su lugar. Vuelves a respirar hondo, y sigues caminando con paso ligero.

3 comentarios:

  1. Ea,pa'lante,que los jerseys gordos agobian,y de eso no queremos ni mijita

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  2. Después de los días malos y fríos de jersey vienen los días buenos de frapuccionos, camisas de cuadros, vaqueros cortos y wayfarer :)

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  3. Rafí, un día malo no va a poder con nosotros.
    Quiero al Rosquilla optimista de vuelta YA.

    En Tánger respiraremos todo lo que nos dé la gana y más, ya verás.

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